Herzog entre la tragedia y la naturaleza

20/04/2024
Posted in Películas
20/04/2024 Juan Pablo Mansilla

Herzog entre la tragedia y la naturelaza

Entre 1990 y 2003, el camarero y actor estadounidense Timothy Treadwell pasó catorce veranos conviviendo con los osos grizzly en el Parque Nacional Katmai, en Alaska. Un sitio retirado del mundo y dominado por estos enormes animales. Durante todo ese tiempo, Treadwell grabó cien horas de video con su cámara para dejar registro de su vínculo con los osos. El director alemán Werner Herzog usa ese material para armar este impactante documental estrenado en 2005. En el último verano en el lugar, un oso atacó y mató a Timothy y a su novia Amie.

El estadounidense Timothy Treadwell pasó trece veranos conviviendo con los osos grizzly, una de las subespecies de osos pardos más grandes del mundo, en el Parque Nacional Katmai, al sur de Alaska. Durante sus últimos cinco años en el lugar, Treadwell -actor, camarero y apasionado ambientalista- grabó cien horas con su cámara para dejar registro de su particular vínculo con estos animales.

«Me encontré con un documental sobre el éxtasis humano y la confusión interna más oscura. Como si él tuviese el deseo de abandonar los límites de su condición humana y unirse a los osos», dice la voz inconfundible del director alemán Werner Herzog en el comienzo de Grizzly Man. «Treadwell fue más allá, en busca de un encuentro primitivo, pero esto hizo que cruzase el límite invisible», agrega. La confusión, el límite, la tragedia: durante su último verano en Alaska, en el año 2003, un oso pardo atacó y mató a Treadwell y a su pareja Amie Huguenard.

Convertido en un clásico del cine documental y de su propia filmografía, en Grizzly Man Herzog interviene las imágenes grabadas por Treadwell con entrevistas a amigos, familiares y especialistas que buscan explicaciones para la tragedia. En esos videos caseros, Treadwell convierte ese espacio retirado del mundo en un confesionario: «No sé si Dios existe, pero si existe creo que estaría muy contento conmigo. Dios vería cuánto los amo, cuánto los adoro, cuánto los respeto», dice sobre los osos. «Soy uno de ellos».

Con distancia, Herzog discute con el protagonista de su documental cuando intenta desmontar esa idea, entre infantil y antropocentrista, de que toda naturaleza puede domesticarse o de que no existen depredadores salvajes. Hay una escena de Treadwell angustiado después de encontrar la pata de una cría de oso. La espantosa imagen del animal desmembrado no cuadraba con su visión sobre el equilibrio y la armonía de la fauna silvestre. Con frecuencia, explica Herzog, algunos osos machos matan a las crías para que las hembras dejen de alimentarlas y estén a su disposición.

Impresiona ver a Treadwell aproximarse a los osos. En algunas tomas aparece a unos pocos metros, en otras en contacto directo, casi inconsciente del peligro que supone esa cercanía. En todos los casos, sin embargo, ese acercamiento casi inaccesible hasta para National Geographic, devuelve imágenes únicas: osos atrapando pescados en una cascada, zorros merodeando en busca de alimentos.

En una entrevista de 2006, durante su gira promocional por el estreno de la película en Madrid, el legendario director de cine contó que lo atrajo de Treadwell: «Es una persona desorientada y trágica. Es como Don Quijote, te ilumina, descubre la verdad sobre nosotros mismos. No es una película sobre la naturaleza salvaje, sino sobre el delirio del ser humano».

Trailer de Grizzly Man, de Werner Herzog