Un Estado dentro del Estado. Un centro clandestino de tortura y desaparición. Un sistema de vigilancia y terror. Más de treinta años después de su final, es difícil encontrar palabras que sinteticen la historia de Colonia Dignidad, la supuesta sociedad benefactora fundada por el predicador alemán Paul Schäfer en la zona precordillerana de Parral, Chile, en 1961.
Una docena de documentales, entre ellos Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile, estrenado por Netflix en 2021, intentaron explicar cómo una estructura de estas características ubicada en un espacio rural de 16 mil hectáreas pudo mantenerse tantos años al margen de la ley. «Colonia Dignidad no es un hombre, es una organización criminal sostenida por el poder, los privilegios y la conveniencia, que sigue perpetrando los crímenes más atroces que conoce la humanidad», dice el abogado chileno Hernán Fernández en Los sobrevivientes, la nueva serie documental de Amazon Prime, que elige darle voz a las víctimas de Schäfer que todavía siguen reclamando justicia.
La producción, dirigida por la cineasta argentina Rosario Cervio, plantea al comienzo un recorrido por la historia criminal de Schäfer. Sirve, por un lado, para entender su llegada a Chile y por el otro, para contextualizar el montaje del lugar, organizado a partir de una pirámide jerárquica formada por el «Líder» (Schäfer), los «Jerarcas», la «Seguridad» y la «fuerza de trabajo», a cargo de los colonos alemanes que lo acompañaron desde Europa.
Sobre esa fachada, que contó con el blindaje de la dictadura de Augusto Pinochet, Schäfer cometió innumerables atrocidades. La justicia chilena probó casos de pedofilia, tortura y desaparición de personas. Las personas que lograban escapar de la colonia, eran recapturadas en algunos casos por los propios Carabineros chilenos. En su regreso forzado, eran drogadas y castigadas con sesiones de electroshock, una práctica «terapéutica» con la que Schäfer sometía a los colonos rebeldes.
Obsesionado con el control del lugar, el predicador mantuvo un sistema de espionaje infalible: cada vez que alguien llegaba a la colonia era grabado. Buena parte de estos archivos aparecen en la serie junto a videos de propaganda y registros de noticieros de la época. En 1997, cuando empezó el derrumbe de la organización y Schäfer se fugó a la Argentina, muchos otros fueron quemados, enterrados o destruidos.
En uno de los allanamientos a Colonia Dignidad, con el regreso de la democracia, los investigadores encontraron 48 mil fichas confeccionadas con información de ex detenidos desaparecidos durante la dictadura. La colonia sirvió como «escuela»y centro de tortura al servicio de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta pinochetista. A lo largo de diez años esas fichas se mantuvieron ocultas, bajo un estricto secreto de sumario.
A propósito del estreno en Amazon Prime, esta semana hablé con Rosario Cervio, directora de los cincos episodios de Los sobrevivientes, sobre el proceso de edición, la búsqueda de archivos y la difícil tarea de convencer a las víctimas de dar su testimonio ante las cámaras.
El origen: «Hacia finales de 2017 me llaman de la productora Boxfish para trabajar en el desarrollo y un eventual teaser de un proyecto sobre Colonia Dignidad. Empezamos a investigar con un equipo de investigación y nos encontramos con una historia inmensa, espectacular y horrible que se había tratado siempre desde los crímenes de pedofilia. Pero faltaba toda la otra parte que provocó que esa colonia durante 40 años hiciera las cosas más inimaginables. En enero de 2020, fuimos a Alemania y cuando volvimos ya se hablaba del COVID-19. Nos fuimos a Chile y escapamos justo antes del cierre de las fronteras. Luego siguió todo un largo período de cuarentena que se aprovechó para trabajar sobre todo el archivo».
Las entrevistas: «Fuimos a Villa Baviera (N.del E.: el nombre actual de la ex Colonia Dignidad) en noviembre de 2018. Los testimonios fueron apareciendo en virtud de la investigación. Algunos querían hablar, otros ya de movida habían dicho que no y hubo casos que dijeron que sí y más tarde se arrepintieron. Estás enfrentándote a personas muy dañadas, que son desconfiadas porque históricamente han sido engañadas. No solo en Villa Baviera sino cuando salen al mundo. Tratamos de armar un pacto de confianza. Como entre ellos todavía hay algunos problemas, sobre todo entre los colonos que se quedaron en la colonia y los que pudieron hacer una vida por fuera, en Chile o Alemania, desde el primer momento les dijimos que íbamos a hablar con todos. Eso ya nos daba una cierta tranquilidad, por lo menos de espíritu. No estábamos engañando a nadie».
El archivo: «Lo fuimos consiguiendo a medida que avanzamos con las personas. Son fotos, videos, material televisivo y también institucionales que había hecho en su momento la colonia bajo la forma de cine de propaganda. Fuimos consiguiendo archivos en distintos formatos y calidades. Algunas cosas se pudieron restaurar mejor que otras. Otras quedaron como estaban porque tenían cierto peso narrativo en sus texturas. Durante la pandemia, yo particularmente me pasé viendo todo eso intentando cruzarlo con el presente y tratando de identificar a nuestros interlocutores, cosa que fue bastante trabajosa, pero muy divertida».
La destrucción: «Hay todo un volumen de material, no solo registro audiovisual sino de documentación, que se sabe que se quemó en el momento en el que se entiende que Schäfer se escapó. Digo se entiende porque no está del todo claro cuándo fue. Él desaparece primero en la colonia, después efectivamente ya se anuncia que no está más en Chile y se sabe que hubo una orden que fue quemar el material audiovisual que tenían».
Causas abiertas: «En Colonia Dignidad hay muchas víctimas. Históricamente se piensa en los colonos abusados sexualmente, que no van a tener ningún tipo de reparación porque nadie se hace cargo de esos crímenes. Pero tenés otras víctimas como el grupo de niños chilenos abusados, hoy adultos, que se autodenominan Los Chiquillos, que son estos chicos que entraron en los años noventa a la Villa “entregados” por sus padres. Entregados en el sentido más inocente de la palabra porque ellos creían que ahí iban a recibir educación y alimento y fueron víctimas de abuso sexual por parte de Schäfer. Ellos tienen un reclamo abierto. Hace un mes y medio, hubo una primera aproximación a lo que podría ser una solución. Estaban pidiendo que se remataran unos terrenos y que con ese dinero se los indemnizara. Se empezaron a rematar unas parcelas. La tierra en sí misma es un conflicto enorme porque es el espacio vital que se lo debaten los colonos que viven adentro. Los organismos de derechos humanos, por su lado, piden que la colonia se convierta en espacio de memoria. En definitiva, ni Chile ni Alemania se hacen cargo».
Dos documentales relaciones con Los sobrevivientes:
Colonia Dignidad: Una secta alemana en Chile (2021): Con el apoyo de archivos inéditos aportados por los ex camarógrafos de la colonia Wolfgang Muller y Alfred Gerlach, esta serie documental de seis episodios reconstruye la historia de la secta con estremecedoras revelaciones de la vida interior de la secta. Ex colonos alemanes y ex residentes chilenos denuncian los abusos a los que eran sometidos y hablan sobre los controles que implementó Schäfer en el «paraíso de pederastia donde nadie podía entrar», como lo definió Salo Luna Garrido, uno de los sobrevivientes.
Pinochet y sus tres generales (2004): Cuatro años después del golpe de Estado, el dictador Augusto Pinochet y los tres miembros de la Junta militar que derrocó a Salvador Allende aceptaron ser entrevistados por el equipo del director español José María Berzosa para un ciclo de la televisión francesa. Como resultado de esos encuentros, Berzosa accedió a una intimidad surrealista de los genocidas. Por un lado, los muestra respondiendo por su rol y responsabilidad en el gobierno y, por el otro, en un registro cotidiano junto a sus esposas, desconectados por completo de la realidad, hablando sobre sus gustos musicales, preferencias literarias o pasatiempos. Una aproximación al horror desde la perspectiva de los hombres que decidieron sobre la vida y la muerte de cientos de miles de chilenos y grabado en el momento exacto en que se producía el genocidio.
