Seis meses después de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, en junio de 2002, los ecos de la crisis económica y social se sentían en todo el país: a la traumática salida de la convertibilidad, gestionada entonces por el ex presidente Eduardo Duhalde, se sumaron movilizaciones callejeras en reclamo de trabajo y mejores condiciones de vida.
El 26 de junio de ese año una multitudinaria manifestación piquetera se propuso cortar el Puente Pueyrredón, en el partido bonaerense de Avellaneda. Como respuesta, un cordón de fuerzas especiales encabezado por Policía Bonaerense, Policía Federal, Prefectura Naval y Gendarmería se desplegó para frenar la movilización con una violencia inusitada. Estaban armados con bastones, pistolas lanza gases y escopetas con balas de plomo.
La brutal represión dejó dos muertos (los militantes Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, de 21 y 22 años respectivamente), 33 heridos con bala de plomo y 160 detenidos. En el transcurso de ese día, una de las versiones agitadas por el gobierno y repetida por la mayoría de los medios de comunicación, era que Santillán y Kosteki habían muerto como consecuencia de un «enfrentamiento» interno entre facciones piqueteras.
La crisis causó dos nuevas muertes, el documental de los directores Patricio Escobar y Damián Finvarb, usa el título que el diario Clarín llevó a tapa la mañana siguiente a la represión y reconstruye con entrevistas y archivos de noticieros una línea de tiempo que agrega contexto y desmonta las versiones policiales.
Aunque habitualmente los análisis de las últimas dos décadas estuvieron puestos en la portada de Clarín, la tesis del «enfrentamiento» alcanzó a un coro de medios la tarde del 26 de junio. Escobar y Finvarb recuperan las coberturas de Azul Televisión (luego rebautizado Canal 9), Crónica TV, Todo Noticias, América TV y los diarios La Nación y Buenos Aires Económico (BAE), entonces propiedad del empresario y periodista Daniel Hadad, que acusó a los piqueteros de «emboscar» a la policía y «desatar otro día de terror».
A 20 años de la masacre en Avellaneda, esta semana hablé con Patricio Escobar, uno de los directores de La crisis causó dos nuevas muertes, sobre el proceso de armado de la película y la organización de los materiales que incluyeron más de cien horas de archivo y de entrevistas.
El origen: «Es una película que empezamos a pensar en 2003. En ese momento, para contextualizar, nadie discutía con medios poderosos como Clarín. Estaban los periodistas Pablo Llonto y Víctor Hugo Morales y las señales alternativas, pero el debate social sobre los medios no existía. Con esta película queríamos sumar un granito de arena. Empezamos a hacer entrevistas con los fotógrafos que trabajaron el día de la masacre y con dirigentes del MTD-Lanús como Pablo Solanas. Comenzamos a grabar los cortes en el puente y a filmar las tomas de los territorios».
Los archivos: «De tanto hinchar Pablo (Llonto) un día nos agarró y nos dijo: ‘Vengan a casa que les quiero mostrar algo’. Nos llevó a su casa y nos mostró una caja de VHS con un montón de archivos que empezamos a visionar. A eso sumamos el rastreo en hemerotecas. Fue todo un trabajo de hormiga de tres años (N. del R.: el documental se estrenó en 2007) donde llegamos a juntar 60 horas de archivos y casi 60 horas de entrevistas nuestras. Con ese material pudimos contar minuciosamente el minuto a minuto de la represión y de lo que había pasado con los chicos en la estación de Avellaneda».
El balance de la película: «La crisis causó dos nuevas muertes se transformó en un documental de culto y estamos muy orgullosos. Decidimos no hacerlo con distribuidoras ni con productoras, es un proyecto enteramente independiente, una película que no tiene el subsidio de nadie no porque no hayamos ido a buscar sino porque no nos dieron».
El aniversario de la masacre: «Están presos los autores materiales de los asesinatos de Kosteki y Santillán, pero las familias siguen peleando porque paguen los responsables políticos. Esa parte quedó inconclusa y creo que tenemos que seguir esa lucha porque es fundamental para que no vuelva a pasar. Lamentablemente, eso mantiene vigente a esta película más allá de que ahora se ve de otra forma a los diarios Clarín y a La Nación«.