Entre los años 2008 y 2015, el canal estadounidense TLC emitió el programa 19 Kids and Counting. Un reality show centrado en una familia religiosa de Arkansas, con 19 hijos. Jim Bob y Michelle Duggar, la pareja protagonista, formaban parte de la Iglesia Bautista Independiente. Como, en su particular mirada, tener hijos era una manera de servir a Dios, desde los inicios de la relación rechazaban todo tipo de métodos anticonceptivos y así se convirtieron en un clan multitudinario. «Mis padres creían que tenías que tener el máximo número posible de hijos hasta que el cuerpo resista», recuerda Jill Duggar, la cuarta hija del matrimonio.
Este grupo de padres e hijos sonrientes, yendo a la iglesia, ayudando a su comunidad y conviviendo en un ambiente rural se convirtió en un modelo de familia admirado por los estadounidenses. Brillantes y felices, sin embargo, en ese mundo idílico guardaban más de un secreto horroroso. Shiny Happy People, la reciente serie documental de cuatro episodios estrenada por Amazon Prime, reconstruye la historia para develar justamente todos esos misterios.
Mediante imágenes de archivo, entrevistas con allegados y especialistas en religión, la serie exhibe cómo fueron los ocho años de éxito del programa de los Duggar, que en ese tiempo debieron convivir con técnicos y camarógrafos instalados en su casa grabando todo. La rutina diaria de esta multitud familiar, la organización interna y el vínculo entre ellos se convirtieron en parte del envío semanal que recibían los televidentes. El éxito fue tan abrumador que otras señales replicaron el formato y produjeron secuelas donde las familias eran el centro en programas de este género.
De repente, TLC reemplazó los documentales médicos de su grilla por ciclos dedicados a gente un poquito rara. En 2015, una serie de denuncias por abuso sexual contra Josh Duggar, el mayor de los hermanos, dejó al descubierto a la supuesta familia modelo de Arkansas. El mayor de la familia fue detenido por abusar de al menos cinco niñas entre 2002 y 2003. Su hermana Jill, la única de los 19 que aceptó hablar para el documental, fue una de sus víctimas. El horror obligó a los Duggar a dar explicaciones públicas, en su mayoría insostenibles, que consistieron en relativizar las versiones de las denunciantes.
La serie, además, plantea abiertamente que la política fue el trampolín que habilitó la llegada de la familia a la televisión. Antes de las denuncias, Josh Duggar había trabajado activamente para un grupo de conservadores que promovía la perspectiva cristiana en la política y la justicia estadounidense. Jim Bob Duggar, por su lado, fue elegido durante cuatro años en la Cámara de los Representantes de los Estados Unidos, un lugar de privilegio que le dio exposición en medios reconocidos y un contrato con TLC para filmar su vida en 19 Kids and Counting. La foto familiar en la revista Parents, recuerdan algunos entrevistados, se comentó en todas partes.
Otro de los personajes centrales de Shiny Happy People es el pastor Bill Gothard, el líder de una suerte de dinastía denunciado por abuso sexual, que formó a los Duggar en el Instituto de Principios Básicos de la Vida. Una figura que, por su influencia en el universo religioso estadounidense, merece su propia docuserie.
El reciente lanzamiento de Amazon Prime no estuvo exento de polémicas. Días después de su estreno, Jim Bob y Michelle Duggar hicieron su descargo en un comunicado: «Al igual que otras familias, la nuestra también ha experimentado las alegrías y los sinsabores de la vida, sólo que en un formato muy público. Este ‘documental’ muestra tanto y a tantos de una manera despectiva y sensacionalista debido a que tristemente así es el entretenimiento en estos días».