Entre los grandes estrenos de la última edición de FIDBA sobresale Norita, un entrañable documental sobre Nora Cortiñas, la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora que murió en mayo a los 94 años.
Luego de El mensajero, la película sobre los años de Robert Cox al frente del diario Buenos Aires Herald, Jayson McNamara recorre con la cineasta Andrea Tortonese los pliegues de un personaje fuera de serie de la historia argentina.
Pese a su presencia incondicional en diferentes causas en los últimos 50 años, hasta ahora nunca se había hecho una película sobre su figura. Norita rastrea sus tiempos de costurera o su historia de amor con Carlos Cortiñas, dos aspectos personales rara vez explorados en la vida del protagonista.
El documental se construye a partir de un relato coral de cuatro mujeres que por diferentes circunstancias compartieron un mismo camino junto a Nora: su hermana Juanita Morales; la escritora Nora Strejilevich; la ex militante Antonia Canizo y la activista de derechos humanos y ex detenida-desaparecida Ana María Careaga. Esas entrevistas se intercalan con muy buenos archivos de corresponsales extranjeros grabados durante la última dictadura.
Entre otros hallazgos, aparece un registro de la televisión sueca de la reunión de un grupo de Madres analizando los próximos pasos a seguir en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
«Parecía que me hundía en un abismo, pero un día me levanté y le dije Carlos, yo tengo que salir a buscar a Marcelo. Yo digo que no fue valentía, yo digo que fue una decisión visceral”, dice Nora cuando repasa su derrotero por comisarías en las semanas posteriores a la desaparición de su hijo.
Cruzada por animaciones que recrean ambientes del pasado, la película también propone un diálogo con el presente. Entre las múltiples luchas que Nora Cortiñas apoyó activamente con su presencia estuvo la enorme movilización de mujeres por la sanción de la Ley de Acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, sancionada en 2020.
A propósito del estreno en cines de Norita, esta semana hablé con el director Jayson McNamara sobre el origen del documental, las líneas narrativas y la búsqueda de los archivos.
El origen: «Conocí a Norita cuando la entrevisté para El mensajero. Recuerdo que fue difícil agendar con ella porque, a diferencia de otras Madres, que tenían mucha disponibilidad para juntarse y hacer notas, con ella era complicado arreglar. Eso me llamó la atención. Luego del estreno de El mensajero, que fue bien recibido, de a poco empecé a contarle a Nora de mi idea de hacer un retrato sobre ella. Al principio no le gustó la idea porque no quería sobresalir y diferenciarse de las otras Madres. Fue un proceso largo que tuvo varias capas para convencerla del valor de su historia. A su vez, teníamos que darnos a conocer como equipo y generar algo íntimo porque estábamos pidiéndole a una mujer abrir las puertas de su casa para contar el drama de su familia».
La investigación: «Comenzamos las entrevistas a finales de 2017, pero la mayoría de las grabaciones se hicieron en el 2018 cuando comenzaron los debates alrededor de la ley del aborto y que de un día para el otro las calles se llenaron de gente. Mientras seguíamos a Nora buscábamos, entre comillas, encontrar entre las distintas luchas que ella acompañaba una que pudiera ser el marco de un retrato de la militante contemporánea. Al principio habíamos pensado en la lucha de la comunidad Qom que acampaba en la Avenida 9 de Julio, pero Nora se desligó tiempo más tarde cuando esa lucha se partidizó. La lucha por el aborto fue mágica, entre otras cosas, porque nos permitió mostrar la importancia de Norita en el marco de esas primeras grandes movilizaciones».
Marcelo Cortiñas, el hijo menor: «En un momento queríamos filmarlo, pero no accedía a hablar. Tampoco habló para el libro sobre Norita. Creo que son cosas de las circunstancias, ¿no? La propuesta y seguramente cómo estaba él en ese momento no encajaron. Pero con la película ya terminada (N. del E.: Marcelo sólo aparece contando una anécdota junto a su madre en un material un archivo) le mostramos un fragmento junto a Nora y quedó muy conforme. Lo tomó muy bien y de hecho ahora es como muy fan de la película y le gusta».
Los archivos: «Durante la investigación de El mensajero, yo sabía que existía mucho material en el extranjero. Poco a poco encontramos algunas joyas en la BBC y en las emisoras públicas holandesas. Luego encontré bastante material en Francia, como una entrevista de Norita en la puerta de su casa cuando le pintan el mural. También hay algunos testimonios de ella en España e imágenes impresionantes de las agencias de noticias de las Madres caminando enfrente de la Torre Eiffel, en París».
Las animaciones: «Aparecieron sin que existiera un guión ni una búsqueda editorial, más como una decisión estética adelantada de la película. Creo que terminó siendo muy importante para generar una especie de columna vertical a nivel estético y narrativo. De hecho, gran parte del guión y de las decisiones editoriales que tomamos después tuvieron que ver con los planteamientos que generó la propia animación. Además, creo que tiene algo de realidad mágica latinoamericana con las imágenes de unos cuervos y te permite entrar en ese mundo a través de tu propia imaginación».