El director francés Laurent Bouzereau tiene experiencia retratando grandes personajes. Roman Polanski: mi vida, mi cine (2011); Natalie Wood: Aquello que persiste (2020) o la reciente Faye (2024), que comenté en agosto, son películas-homenaje sobre vidas que parecen inabarcables. En esa línea se inscribe La música de John Williams, el documental sobre el que probablemente sea el compositor musical más importante del cine contemporáneo.
Williams compuso la banda sonora para la saga épica de Star Wars, dirigida por George Lucas y la música de películas como Tiburón, Indiana Jones y Jurassic Park, las tres de Steven Spielberg. Su influencia fue determinante en clásicos de superhéroes: «Sin su música los poderes de Superman serían más débiles. Créanme que si intentan volar sin esa música no irán a ningún lado», contó el actor Christopher Reeve, el Superman más recordado en la película de Richard Donner, estrenada en 1978.
El documental recurre a una estructura narrativa clásica con entrevistas y archivos de una docena de películas que contaron con su música. Además de los testimonios de Williams, hay notas con compositores reconocidos y cineastas con los que trabajó intensamente como Spielberg. Juntos formaron una sociedad creativa que llevó a las bandas sonoras a un nivel de excelencia increíble en clásicos como E.T., el extraterrestre o La lista de Schindler.
«No recuerdo haber quedado nunca tan devastado emocionalmente por una melodía tan simple y conmovedora», dijo Spielberg sobre la canción principal de la película (*).
Aunque Williams es hoy reivindicado en todas partes del mundo, el documental recuerda cuando muchos concertistas (entre ellos los integrantes de la Boston Pops Orchestra) veían la música de película como un arte impuro o de baja calidad. «Nunca comprendí por qué había tantos límites entre los diferentes tipos de música. Ya fuera música de películas para orquesta, barroca o contemporánea, John se ocupó de amalgamar todo», recuerda el violonchelista Yo-Yo Ma.
La música de John Williams, en definitiva, es una película-homenaje para una pieza fundamental del cine de la segunda mitad del siglo XX que todavía sigue activo y es fuente de consulta permanente de nuevas generaciones de cineastas y compositores. La película me recordó a Ennio, el maestro, el muy buen documental de Giuseppe Tornatore centrado en la vida del compositor italiano Ennio Morricone, que murió en 2020. En su momento subí a mi cuenta de X el fragmento de una de las entrevistas donde Morricone, siempre amable y sonriente, recuerda cuando le propuso al director Sergio Leone la idea de los coyotes aulladores que aparecen en El bueno, el feo y el malo.