Cow
Una tendencia en algunos documentales sobre animales es la excesiva reinterpretación de sus gestos y comportamientos. Un intento por humanizarlos e intentar explicar por qué una criatura hace o deja de hacer determinadas cosas siguiendo una lógica humana.
Lejos de esa intención de análisis de la conducta animal, el primer documental de Andrea Arnold, directora del largometraje American Honey, es una película de observación. Un recorrido inmersivo sobre la rutinaria vida de una vaca lechera llamada Luma.
La protagonista, una suerte de muestra del primer eslabón de la industria láctea, vive desde hace una década en un establecimiento ganadero en el Reino Unido y llegamos a conocer casi todo sobre sus días en el lugar: los nacimientos de dos de sus crías, el proceso diario –y doloroso en la mirada del espectador– cuando la ordeñan; las tareas de limpieza de sus pezuñas; los traslados en remolques incómodos y también, en una especie de tregua, el apareamiento en una noche muy especial.
Uno de los aspectos más poderosos del registro, que nunca intenta, como decía al comienzo, sacar conclusiones humanas sobre algunos gestos de la vaca, es el punto de vista. Arnold se instala en el corral y vemos, lisa y llanamente, lo que Luma y sus compañeras de encierro ven en el lapso de cuatro años.
«Cow nos invita a mirar de otra manera a las vacas, a acercarnos a ellas, a contemplar su belleza pero también la realidad de sus vidas. Sin adornos. Esta es la historia de una realidad, la de una vaca lechera, y un homenaje al inmenso servicio que nos presta. Cuando miro a Luma, nuestra vaca, veo el mundo entero a través de ella», afirmó Arnold durante la presentación de la película en el Festival de Cannes.
Uno de los grandes estrenos documentales del primer semestre y serio candidato a la lista de los mejores documentales de 2022, Cow ahora está disponible en MUBI.