La verdad detrás del crimen en la embajada árabe

30/07/2022 actooalizame@gmail.com

La verdad detrás del crimen en la embajada árabe

En The Dissident, el cineasta Bryan Fogel, director de Ícaro, reconstruye el asesinato del el periodista árabe Jamal Khashoggi.

La visita del presidente estadounidense Joe Biden a Arabia Saudita fue uno de los eventos más esperados de su reciente gira por Medio Oriente. Por un lado, fue el reencuentro con un socio estratégico de la región, dueño de la mitad de las reservas mundiales de petróleo y un aliado comercial en plena crisis por la guerra entre Rusia y Ucrania. Por el otro, el demócrata buscó recomponer las relaciones con su líder. En plena campaña electoral, en 2020, Biden había llamado «paria» al príncipe heredero Mohamed bin Salman, conocido como MBS, después de que fuera señalado como el autor intelectual del crimen del periodista árabe Jamal Khashoggi en octubre de 2018.

En uno de los operativos más crueles que se recuerden, Khashoggi fue asesinado en la Embajada de Arabia Saudita en Estambul. Los investigadores turcos probaron que el columnista de The Washington Post ingresó al lugar y nunca jamás salió. De acuerdo a los informes, fue torturado y posteriormente desaparecido como parte de una misión secreta encabezada por quince hombres enviados desde Riad. Hasta la visita de Biden, a mediados de julio de este año, el caso mantuvo congeladas las relaciones diplomáticas de Arabia con Estados Unidos y Turquía.

En The Dissident, el cineasta Bryan Fogel, director de Ícaro, el documental ganador del Oscar que revela las trampas rusas en las pruebas antidoping, trabaja con dos líneas narrativas. Una es la reconstrucción del crimen a partir de los testimonios de investigadores y del acceso a material de Inteligencia. Por primera vez, se pueden ver las grabaciones de la policía turca en la escena del crimen, trece días después del asesinato, cuando Arabia habilitó los permisos para una inspección en la embajada.

«De los quince miembros del equipo, ocho vinieron en avión privado con autorización diplomática y dos de ellos tenían pasaportes diplomáticos árabes. Esa es la definición de una operación estatal: una misión realizada por agentes del Estado utilizando recursos estatales», opina Agnès Callamard, relatora especial de Naciones Unidas.

La otra línea de la película de Fogel sigue la historia quizás menos transitada de Khashoggi y el origen de su disidencia. Antes de convertirse en un crítico feroz del líder árabe, el columnista del WP confiaba en que su llegada al poder habilitara algunas reformas y «modernizara» ciertos aspectos de la vida en el reino. Khashoggi estuvo cerca y colaboró con MBS en un primer momento hasta que las revueltas de la Primavera Árabe en 2011, primero en Túnez y luego en Egipto, le hicieron ver que nada cambiaría en la monarquía de su país.

El documental también revela la existencia de un «ejército» de trolls puesto en funcionamiento para controlar cualquier foco disidente en Arabia y en el exterior y da cuenta de la sofisticada tecnología utilizada para hackear teléfonos en cualquier parte del mundo. «Espero que quienes vean esta película se indignen», dice Fogel.

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