Venerado por Occidente y resistido por buena parte de sus camaradas rusos, el líder soviético Mijaíl Gorbachov fue un personaje controversial de la década del ‘80. Alejado de las posiciones más duras de sus antecesores en el Comité Central del Partido Comunista, Gorbachov habilitó reformas estructurales que sirvieron para cambiar al mundo tal como lo conocíamos.
Fascinado con su rol en la Historia, especialmente a partir de la reunificación alemana, el director Werner Herzog consiguió en 2018 tres entrevistas que se convirtieron en el documental Meeting Gorbachov. Un logro importante teniendo en cuenta las pocas apariciones públicas que se conocieron de Gorbachov hasta el día de su muerte, en agosto de 2022. «Me acerqué a él sin ideas preconcebidas, con curiosidad y por supuesto con una gran simpatía por su papel en la reunificación. Sólo nos vimos delante de cámara y establecimos una relación muy rápidamente. Creo que él sabía que yo no era periodista y le gustó mi actitud», contó el cineasta alemán en una entrevista junto al codirector André Singer.
El documental tiene una estructura clásica. Aparecen fragmentos de las entrevistas mano a mano de Herzog con Gorbachov (a sus 86 años, calculó a la perfección cada opinión, cada palabra) mechados con archivos de la época. Un material que sirve como línea de tiempo para conectar algunos hitos de su gestión. Cuando habla de la perestroika y la glásnost, dos iniciativas centrales que reconvirtieron a todo el bloque, Gorbachov recuerda que desde su asunción «el deseo de cambio, la necesidad de reformas, surgieron desde la sociedad».
«Nosotros colocamos nuestras cámaras, luces y equipo de sonido y Gorbachov era ingresado al set cada vez directamente desde el hospital», recordó Herzog sobre la realización. «En cuanto finalizamos nuestra conversación, la ambulancia se lo llevó de regreso. En una de las conversaciones se ve incluso que su mano está vendada porque aún tenía las agujas intravenosas clavadas en la mano. Hizo un enorme esfuerzo porque quería hablar con nosotros como había prometido».
Una mención especial para las polémicas con sus detractores y el vínculo con el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan o la primera ministra británica Margaret Thatcher. Herzog y Singer recuperan archivos del encuentro con Reagan, meses después de la explosión del reactor nuclear de Chernóbil, cuando ambos declamaban por el fin de las armas nucleares. Con la llamada Dama de Hierro, Gorbachov tuvo buena sintonía desde el principio e incluso avanzó en acuerdos comerciales entre ambos países. El principio del fin de la Unión Soviética estaba cerca.
El dirigente ruso fue recibido con honores en visitas oficiales a España, Italia y Canadá. Según Herzog, Estados Unidos llegó a considerarlo «el buen soviético» tras la decisión de retirar las tropas de Afganistán, una ocupación de diez años, enmarcada en la Guerra Fría.
Consultado sobre lo poco habitual que significa ver a Herzog entrevistar a un político, Singer apuntó: «Todos sus personajes tienen un costado torturado, enigmático. Creo que se dio cuenta rápidamente de que ese era también el caso de Gorbachov. No es sólo lo que se ve. Hay mucha profundidad en él«.
Trailer de Meeting Gorbachov, de Werner Herzog y André Singer
