La línea ferroviaria conocida como RER B recorre de norte a sur el área metropolitana de París, en Francia. Se trata de una extensión de 80 kilómetros que conecta el Aeropuerto internacional Charles de Gaulle con la comuna de Saint-Rémy-lès-Chevreuse. En ese trayecto, que a diario transporta a cientos de personas hacia los suburbios de la capital, la directora francesa de origen senegalés Alice Diop encontró una galería de personajes para contar dos mundos.
«Esta línea es muy simbólica porque traza la historia de la inmigración. En los años ‘60, muchos extranjeros vinieron a Francia a trabajar y se quedaron a vivir. Pero la línea de tren es muy diversa, ya que atraviesa tanto zonas boscosas como industriales», recordó Diop. En una exploración de dos años, interesada especialmente en las clases trabajadores francesas, la cineasta conoció a un inmigrante maliense que llegó a París en el año 2000 y se gana la vida como mecánico; observó a un grupo de cazadores acompañados por una docena de perros de raza beagle y registró a una familia (padre, madre, hijo) atenta a los movimientos de un ciervo en pleno atardecer, entre otros.
De orígenes y clases disímiles, todos habitan esos márgenes de una Francia desconocida y en cambio permanente. En el cruce de esos dos universos y de la búsqueda de una especie de identidad colectiva, la directora también incluye su historia personal. Hay grabaciones caseras charlando con su padre sobre su llegada al país y una aparición fugaz de su madre, poco antes de saber que atravesaba una enfermedad terminal.
El germen de Nous -ganador del premio al Mejor documental en el Festival de Berlín, en 2021- está ligado al libro Les Passagers du Roissy Express, de François Maspero, publicado originalmente en 1999, donde el narrador también cuenta una historia a través recorrido del RER B. «Generalmente, la banlieue (N. del E.: suburbio, en francés) es considerada una zona pobre donde viven personas pobres; pero, sobre todo, se ve como un lugar de escaso interés cultural y personal. Maspero se tomó el tiempo de observar a las personas que viven allí y de preservar su dignidad. Yo también quería adoptar ese enfoque. Ningún lugar carece de historia o historias», aseguró Diop.
Como en los buenos documentales de observación (de Cow a Responsabilidad empresarial y de El Nacional a Ascensión, por citar cuatro casos recientes de este newsletter) el largometraje preserva en lo formal todas las características del género. En la búsqueda de la directora encontré algo de Sacro Gra, la extraordinaria película de Gianfranco Rosi grabada en las afueras de la GRA, la autopista urbana más extensa de Italia que rodea a Roma como un anillo de Saturno.
El título del documental también tiene una explicación. «Al día siguiente de la marcha del 11 de enero de 2015, que reunió a dos millones de personas, tras los atentados de Charlie Hebdo, el diario Libération tituló, exaltado: Somos un pueblo. Yo, que curiosamente me había sentido sola en esta multitud, me preguntaba quién era esa gente de la que hablaba el periódico. Creo que el deseo de esta película parte de esa pregunta, formulada en circunstancias funestas: ¿Qué es ese nosotros?».
