Trelew: la fuga que fue masacre

22/08/2022 actooalizame@gmail.com

Trelew: la fuga que fue masacre

Hace 50 años, la dictadura de Lanusse ordenó la ejecución de 16 jóvenes militantes señalados por haber organizado una fuga en el penal de Rawson, en la provincia de Chubut. En 2004, muchos años antes de que se iniciara el juicio contra los responsables de la masacre, la directora Mariana Arruti reunió a ex detenidos y sobrevivientes para reconstruir esta historia.

Hace 50 años, la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse ordenó la ejecución de 16 jóvenes militantes señalados por haber organizado una fuga en el penal de Rawson, en la provincia de Chubut. En 2004, muchos años antes de que se iniciara el juicio contra los responsables de la masacre, la directora Mariana Arruti reunió a ex detenidos y sobrevivientes para reconstruir esta historia.

Trelew

Seis años después del derrocamiento del presidente Arturo Illia, la represión en las calles y la tortura como una práctica generalizada eran un común denominador en los gobiernos militares que se sucedieron hasta 1972.

En un contexto de peronismo proscripto por casi dos décadas y un clima de agitación cada vez más intenso, la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse resolvió a comienzos de los setenta encarcelar a líderes de diferentes organizaciones armadas en el penal de Rawson, en la provincia de Chubut, ubicado a 1500 kilómetros de Buenos Aires. El Ejército confiaba que en esa remota fortaleza, de la que nadie jamás había escapado, se pudiera desactivar la resistencia al régimen. Nadie imaginaba que allí se organizaría una de las fugas más impactantes de la historia.

En Trelew, uno de los mejores documentales argentinos de todos los tiempos, la directora Mariana Arruti entrevista a los pobladores de la ciudad, los abogados de los presos políticos y los ex detenidos para armar un relato colectivo sobre el escape: «En aquella época uno ya sabía que no había una opción jurídica o legal que te diera alguna posibilidad. Así que uno caía preso y lo primero que hacía era planificar la fuga», recuerda Enrique Gorriarán Merlo, del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

Arruti reconstruye al detalle la preparación de la fuga, pensada durante semanas por los presos, que pretendían tomar el penal, llegar al aeropuerto y desviar el vuelo a Chile, gobernado entonces Salvador Allende. Aunque parte de esa misión se cumplió (un grupo de presos finalmente llegó al país vecino) el documental indaga en las fallas del operativo y en la desproporcionada reacción militar, que fusiló a 16 de los detenidos -todos estaban desarmados y dispuestos a negociar condiciones antes de regresar a Rawson- en la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew.

«Estaba claro que se preparaba una gran represalia, que ya no eran presos sino rehenes, que esa humillación que el gobierno había sentido con la fuga de las principales figuras detenidas en Trelew iba a tener un costo de sangre», señala en el documental el abogado de presos políticos, Eduardo Luis Duhalde.

A 50 años de la noche de los fusilamientos (*), comparto una entrevista con la directora Mariana Arruti, publicada originalmente en agosto del año pasado, donde hablamos sobre el trabajo de campo en la ciudad y la puesta en marcha del proyecto.

El origen: «La peli comenzó la etapa de investigación en 1999. En 2000 viajamos a Trelew con la colaboración de Juan Arcuri, que había sido Secretario de Cultura y con quien articulamos muchos procesos de trabajo en la zona, para visitar a los posibles entrevistados que habíamos pensado que podían ser los narradores locales de la historia. Pensemos que el contexto era muy distinto al actual en relación a lo vivido en los años ‘70. Lo que encontramos fue un panorama difícil para la palabra y la exposición delante de una cámara. El proceso fue complejo y colectivo con ellas y ellos hasta que la confianza necesaria se fue tejiendo y empezó a ser posible encontrar la aceptación de contar la historia. Una mezcla, yo creo, de temor a la exposición y algo de autocensura desplegada por años de impunidad. Un detalle: en el año 2006 se supo que desde la Base Aeronaval Almirante Zar se seguían realizando espionajes ilegales a personas de la zona e incluso nosotros mismos fuimos espiados en el proceso de realización de la película. Por otro lado, empezó a aparecer la propia necesidad de hablar de algunos y algunas y así se fueron delineando las voces y confirmando la posibilidad de filmarlos. Creo que en esos casos lo importante es construir lazos que permitan asomar la necesidad y el deseo de las personas entrevistadas. No se trata sólo de aceptarlo por el proyecto de alguien, sino que es necesario que ese proyecto sea sentido como propio. Trelew no hubiera sido posible sin esas voces que sostienen la narrativa. Ellos y ellas hicieron la película junto al equipo».

Los protagonistas: «La idea inicial era construir personajes colectivos que pudieran completar la historia. La peli intentó mostrar lo que sucedió con el entramado que implicaba a los integrantes de la Comisión de Solidaridad con los Presos Políticos (N. del R.: la CSPP estaba conformada por vecinos de distintos partidos políticos y comenzó a funcionar en septiembre de 1971), a los abogados, a los militantes. Construir entre todas las voces también la fuga y la masacre desde la palabra de quienes habían estado presos en Rawson en agosto de 1972 también reflejaba esa unidad de las organizaciones político-militares que era interesante reponer en la forma de la película».

El archivo: «El material estaba disperso en canales de TV, en manos privadas, etc. El recorrido allí también fue muy interesante. El núcleo del material lo aportó el querido Humberto Ríos que guardaba no solamente el registro de la represión durante los velatorios en Avenida La Plata (N. del R.: aparecen sobre el final de la película) filmado por él mismo, un material inédito del que en ese momento sólo conocíamos la escena de la tanqueta que entra violentamente en el local del Partido Justicialista. Y, por otro lado, guardaba él también las latas de 16 mm con la conferencia de prensa en el aeropuerto de Trelew que Raymundo Gleyzer había logrado obtener de un registro de Canal 13 filmando un monitor de la época y con el que había hecho su película Ni olvido ni perdón. Todo eso Humberto lo había llevado al exilio y lo cedió generosamente. Después se relevaron notas de la TV de aquel tiempo. Pero lo cierto es que en los años subsiguientes se fueron abriendo otros archivos que no estaban disponibles en aquel momento».

(*) En 2012, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó a prisión perpetua a los ex marinos Luis Sosa, Emilio Del Real y Carlos Marandinopor los fusilamientos en Trelew. Un cuarto ex marino llamado Roberto Bravono pudo ser juzgado. En 1973, un año después de la masacre, fue enviado por la Armada como agregado militar de la embajada argentina en los Estados Unidos, donde permaneció tras su retiro de la fuerza, en 1979. Organismos de Derechos Humanos solicitaron sin éxito su extradición para que fuera juzgado en Argentina. En julio, en un fallo histórico, un tribunal de Miami lo declaró responsable de los fusilamientos y determinó que deberá pagar 27 millones de dólares como resarcimiento a los familiares de las víctimas.

Trailer de Trelew, de Mariana Arruti

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