Durante casi 20 años, los temas de la banda juvenil puertorriqueña Menudo sonaron en todas partes. Concebida en 1977 por Edgardo Díaz, su creador y productor, se trató de un modelo de negocios pionero para la época por una idea simple y novedosa: el hombre detectó que por entonces había música para niños y para adultos, pero el segmento adolescente estaba vacante. Entonces diseñó un plan tan ambicioso como cruel, con una boy band de cantantes y bailarines que ingresaban a los 9 años y debían ser reemplazados sí o sí cuando cumplían 16. De esa manera, confiaba Díaz, Menudo se convertía en una marca inoxidable que podía funcionar eternamente.
Parte de esa estrategia rindió sus frutos. Los Menudo se mantuvieron en lo más alto de los rankings musicales durante las décadas del ‘80 y ‘90; llegaron a vender 20 millones de discos en todo el mundo; grabaron avisos para marcas como Pepsi; entregaron un Grammy a Michael Jackson y recaudaron miles de dólares en merchandising. Las diferentes formaciones del grupo resultaron un semillero para jóvenes talentos como Ricky Martin y Robi Draco Rosa, los únicos que, posteriormente, lograron armar sus carreras solistas y trascender al quinteto.
La historia que cuenta Menudo: eternamente jóvenes, de los directores Kristofer Rios y Angel Manuel Soto, matiza el éxito y la fama con revelaciones sobre el régimen de trabajo hiperexigente y abusivo que Díaz impuso a las distintos miembros de la boy band. El productor fue denunciado por abuso sexual y explotación, maltrato físico y verbal y también por la pobre atención médica y mala alimentación que los chicos recibían en las giras internacionales. De todos los cargos, que se hicieron públicos a partir de la renuncia masiva de integrantes en 1991, Díaz salió siempre indemne.
En los capítulos tres y cuatro, los directores se ocupan de su naturaleza explotadora y del poder para permanecer al margen de las acusaciones. Con un importante material de archivo, entrevistas con especialistas de la industria discográfica y los testimonios de algunos ex miembros de la banda, este relato coral de cuatro episodios estrenado por HBO Max recorre el ascenso y la caída, pero sobre todo el laboratorio de experimentación que significó Menudo. «Antes de su llegada a los escenarios, el pop en español no llenaba estadios en América latina. Así que en realidad abrió un espacio para que esos ritmos sean parte del tejido cultural. Desde el punto de vista de los artistas puertorriqueños y latinos, esto generó la idea de que algo a lo que podés aspirar y alcanzar», dice Frances Negrón-Muntaner, profesora de estudios latinos y medios de comunicación.
El interés por la historia de Menudo creció considerablemente en los últimos años. Antes de la docuserie de HBO Max, Amazon Prime estrenó en 2020 la ficción Subete a mi moto que recorre las polémicas que los rodearon.