Terror en Barcelona: la reconstrucción de un atentado

09/04/2022 actooalizame@gmail.com

Terror en Barcelona: la reconstrucción de un atentado

Un exhaustivo trabajo para intentar explicar la tragedia que todavía hoy moviliza a los catalanes.

800 metros

El 17 de agosto de 2017 fue una tarde de pánico y locura en el centro de Barcelona, España. Un terrorista a bordo de una camioneta atropelló y mató a 16 personas e hirió a otras 140 después de recorrer a toda velocidad 800 metros de La Rambla, un paseo obligado para millones de turistas.

La escena, que recorrió el mundo en pocos minutos, aparece en el comienzo de 800 metros, la nueva serie documental de Elias León Siminiani, director de El caso Alcàsser. Un exhaustivo trabajo que el documentalista llevó adelante con los periodistas españoles Nacho Carretero, Jesús Garcia Anna Teixidor, autora del libro Los silencios del 17-A, para intentar explicar la tragedia que todavía hoy moviliza a los catalanes.

A cinco años del ataque, la docuserie estudia los movimientos de la célula terrorista que desde finales de 2014 operaba en Ripoll, una localidad a 20 kilómetros de Barcelona, sin que nadie hubiera advertido jamás la radicalización de sus integrantes. El grupo estaba encabezado por tres parejas de hermanos y un misterioso imán llamado Abdelbaki Es Satty, que sirvió de catalizador

El plan original consistía en atentar con camionetas llenas de explosivos tres objetivos: el estadio de Barcelona Camp NouLa Sagrada Familia, símbolo de la Iglesia Católica y una joya de la arquitectura local; y, por último, contra la Torre Eiffel, emblema turístico de París, Francia. Por un error de cálculos, que la serie presenta de manera muy inteligente, los terroristas no consiguieron ejecutar el que podría haber sido el mayor atentado de la historia de Europa.

Con 80 entrevistas y más de 200 horas de grabación, 800 metros sigue minuciosamente las fallas de la operación y reconstruye el segundo y último atentado en la localidad catalana de Cambrils pocas horas después del ataque en La Rambla. El 17-A, como se conocieron los atentados de Barcelona en la prensa, integra una larga lista de actos terroristas que sacudieron a Europa desde la matanza en la revista francesa Charlie Hebdo, en enero de 2015. También sirvió para alimentar una violenta oleada islamofóbica que apuntó a la comunidad musulmana que reside en España.

A propósito del estreno de la serie, esta semana hablé con Elías León Siminiani, director de 800 metros, sobre el trabajo de campo, la producción de las entrevistas y la edición en simultáneo al desarrollo del juicio contra los terroristas.

El origen: «Estábamos buscando un tema para hacer una serie nueva y Nacho Carretero nos dijo que él había cubierto las tres primeras semanas después del atentado. Le parecía interesante ver cómo había caído esta bomba en la comunidad de Ripoll, de cara a la convivencia y a la posibilidad de futuro. Por otro lado, se daba también la circunstancia de que un mes y medio después de los atentados fue el referéndum del proceso independentista, un asunto de primer orden para España, que cambió el foco mediático. El 17A quedó un poco eclipsado. Entonces nos pareció que con la proximidad del juicio, además, teníamos un horizonte cercano, un relato judicial. Era un buen momento para volver sobre esos hechos y había un tiempo suficiente para tener una cierta distancia para generar un relato civil que pudiera completarse con el relato judicial, que es la sentencia».

El enfoque: «La idea era conocer la dimensión humana que podía haber detrás de este grupo de jóvenes terroristas. Gran parte de las propuestas televisivas que se han hecho y tienen que ver con terrorismo son criminológicas, es decir, hacen un repaso exhaustivo de los hechos de forma distante y fría o bien desde el punto de vista de las víctimas. Sentimos que no había, sobre todo en relatos documentales, un acercamiento más claro acerca de los propios terroristas. ¿En qué caldo de cultivo se puede dar ese proceso de radicalización? ¿Cómo pueden estos chicos haberse mantenido ocultos en un proceso tan extremo en una comunidad tan remota cuando estaban razonablemente integrados en el pueblo? Acercarnos a lo que tenía que ver con la naturaleza humana de los terroristas y tratar de trascender la idea habitual que siempre se utiliza con esa etiqueta demonizante del terrorista salvaje, como el monstruo, que por supuesto lo es; pero que de alguna manera si no pasas de ese concepto no llegas a conocer realmente qué pasa ahí detrás y cuáles son las lógicas que funcionan en la mente de esta gente».

El montaje: «Visualmente la serie tuvo un reto claro y es que había que trabajar con la invisibilidad. Como cineasta, y particularmente como cineasta de lo real, el no poder contar con el rostro, con los ojos, es un hándicap alto. Entonces traté de encontrar una cierta diversidad de formas de invisibilidad para que no fuera toda una especie de patrón unitario donde todo el mundo se viera igual y aquello acabara juntándose la complejidad del relato, con una cierta monotonía a la hora de presentar a las personas. Por otro lado, cuando pude, traté de llevar los testimonios afuera, a un espacio natural, como para crear un contrapunto también con estas ocultaciones. Normalmente cuando se trabaja con rostros que no se ven se suele hacer en espacios muy oscuros, se trabaja con la oscuridad y luego se ponen algunos puntos de luz. Y yo traté de plantear lo contrario. Por ejemplo, poner fondos, un fondo de la ciudad de Barcelona, un fondo de un sol entrando que es el que hace que la silueta se recorte».

Trailer de 800 metros, de Elias León Siminiani

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