Para tomar una dimensión de lo que implicaba el traslado, el director entrevistó a los arquitectos locales que desarrollaron el primer proyecto y a los que participaron del armado, con disidencias muy marcadas, desde Buenos Aires. «Las ciudades se construyen a través de la historia, son hechos sociales», dice el arquitecto Gerardo Sánchez, el único bonaerense en el equipo controlado por el Estudio Bacigalupo, desde Viedma. «La mayor parte de los planos oficiales mostraban el medio natural, pero las ciudades no aparecían en los diseños», recuerda. Además de Viedma, el proyecto de Ley de Traslado de la Capital, que nunca fue derogado, contemplaba a Carmen de Patagones y Guardia Mitre, como un nuevo núcleo urbano de la capital.

Desde que se conoció la noticia, en marzo de 1986, los arquitectos estudiaron el terreno para la construcción de áreas residenciales para funcionarios del gobierno y espacios para embajadas. De hecho, en los archivos del documental -que tiene grandes hallazgos- se pueden ver a las primeras delegaciones llegando al lugar. El arquitecto Manuel Ludueña, que concentró su trabajo no en el traslado sino en la edificación de la nueva capital, recuerda que Viedma debió montar una infraestructura desde cero para los obreros de la construcción que se encargarían de levantar los edificios públicos.

A propósito de su estreno en cines de Viedma: la capital que no fue, esta semana hablé con Jorge Leandro Colás sobre el origen del proyecto, el trabajo de montaje con los archivos de la época y del sueño inconcluso de descentralizar al país de Buenos Aires.

El origen: “El proceso de la película empezó hace tres años. Mis primeros documentales (N. del E.: Parador Retiro y La visita) son un poco más observacionales, más ambientales; como que van por otro lado, no tan informativos. El tema del traslado de la Capital siempre venía dando vueltas en mi cabeza. Yo vivo desde chico en Buenos Aires y cuando decía que soy de Viedma todo el mundo me respondía: Ah, Viedma, la capital, la capital que no fue. En un momento dije alguien va a hacer esta película y yo me voy a querer matar. Muchos de los entrevistados son familiares; aparece mi padre, aparece un tío, aparecen vecinos, aparecen conocidos de mis hermanos, conocidos de conocidos, como mucha gente relacionada a Viedma, al barrio, a todo ese entorno».

Los archivos: «Fue bastante arduo y trabajoso, iniciamos la búsqueda a través de dos caminos, por un lado las transmisiones oficiales en el viejo Argentina Televisora Color (ATC). Hay algunas cosas que están en la película, pero que no estaban digitalizadas así que tuve que ver tapes originales donde aparecen, por ejemplo, esos spots de promoción del nuevo distrito federal Camino al futuro, que es un material inédito, que nunca se mostró. Era una publicidad que pasaba ATC, pero se emitió en ese momento y nunca más apareció. Después tenemos los archivos con el debate de los senadores y algunos discursos oficiales de Alfonsín. Después empezamos a rastrear y descubrimos que estaban estos informes del periodista Galo Martínez que trabajaba en Canal 2 de Viedma, el canal local. Eran unos VHS que habían quedado en una caja desde el año ‘86 u ‘87 y nadie los había tocado. Tuvimos acceso a esos materiales y los digitalizamos».

La investigación: «Me sorprendió cuánto se avanzó en el traslado. Nosotros sabíamos que estaba el proyecto, que estaban estos edificios del Barrio 1016 (N. del E.: uno de los barrios construidos como parte del traslado) pero yo nunca pensé que se había avanzado tanto. Encontramos en los archivos estudios del suelo, estudios de la vegetación y estudios acerca de qué árboles eran más convenientes para Viedma por la cuestión de los vientos. También estudios de los hospitales: quería saber si los hospitales de Carmen de Patagones y Viedma estaban en condiciones de recibir a esta población que se iba a multiplicar. Entonces, por un lado, lo más sorpresivo en ese período de investigación de la película fue descubrir cuán cerca se estuvo de trasladar a la capital. Probablemente si Alfonsín no perdía esas elecciones del ‘87 tal vez la capital estaría radicada en ese nuevo distrito. Después entendí más justificaciones del proyecto: yo tenía esta idea general de que había que federalizar el país, pero en ese período de la investigación descubrimos que era más que eso; no sólo cambiar a Viedma la capital, sino armar un proyecto que integrara y potenciara a toda la Patagonia. Se decía que algunas empresas públicas, como Gas del Estado o YPF, se iban a trasladar».

Las proyecciones: «A nosotros nos gusta esta idea de intentar que la gente vaya al cine a ver las películas documentales. Trabajamos mucho desde lo formal con el sonido, con la música y con el color y creemos que el ámbito más lindo y más fuerte para ver estas películas es en la pantalla de cine. Nos gusta lo que se genera en el hecho colectivo del cine y trabajamos mucho en función de eso. En general los estrenos en CineAR los hacemos un par de meses después de tener las películas en salas de cine para que lo pueda ver cualquier persona en cualquier lugar del país, incluso donde no hay cine. Con Viedma: la capital que no fue, en particular, estamos haciendo una red de difusión de los Espacios INCAA«.