El retiro de las tropas de los Estados Unidos en Afganistán marcó el final de un conflicto bélico que parecía no tener fin. «No enviaré a otra generación a pelear», dijo el presidente estadounidense Joe Biden en febrero de 2021, convencido de la decisión estratégica de salir de esta región convulsionada.
Escape de Kabul, el documental del director Jamie Roberts, se organiza alrededor del caos que significó la evacuación de los soldados y diplomáticos estadounidenses y de los ciudadanos afganos, en su mayoría colaboradores de los norteamericanos, que corrían peligro por permanecer en el país. Del operativo, que demandó casi tres semanas e involucró a un centenar de militares, se conocieron imágenes en directo. Personas trepando los muros del aeropuerto o colgadas en aviones a punto de despegar fueron sólo algunos de los recortes que recorrieron el mundo. «Llegamos el 13 de agosto y el 15, cuando los talibanes tomaron Kabul, empezó el caos«, recuerda el marine Chris Richardella, encargado del operativo.
Roberts consiguió grabaciones caseras desde la perspectiva del exterior del principal aeropuerto afgano (con las familias huyendo del país frente al retorno del régimen talibán) y del interior (con la desesperada logística de los soldados tratando de contener a las masas). En lo personal, entre las cosas que había olvidado por completo, probablemente por la escasa información que circuló sobre lo que ocurría en Kabul, está el ataque suicida de Estado Islámico -once días después del inicio de la evacuación- que sembró el pánico en la población, pero no impidió que más personas llegaran al lugar para escapar.
Se estima que más de 24 mil afganos permanecieron dentro del aeropuerto en los primeros días del retiro de los Estados Unidos. Fue una unidad de las fuerzas especiales afganas la encargada de garantizar el «orden» y golpear como fuerza de choque. «Comenzaron a disparar y a embestir contra las personas. Fue una escena horrible», dice Richardella, minutos después de confesar que en ese momento necesitaban una «ayuda extra» sin importar su origen. La masacre obligó al repliegue de los presentes y el aeropuerto quedó momentáneamente despejado. En el transcurso de esos quince días, el ejército estadounidense llegó a negociar con los talibanes la gestión de la «seguridad» del exterior. Otra pésima decisión que, nuevamente, derivó en el caos.
Escape de Kabul tiene varios puntos en común con Cuatro horas en el Capitolio, el otro documental de Jamie Roberts, que nos traslada al 6 de enero de 2021, cuando manifestantes pro Donald Trump tomaron el control del Congreso. En ambas películas, Roberts ordena las historias cronológicamente y edita la tragedia desde distintas perspectivas.
Se calcula que unas 124 mil personas lograron ser evacuadas en lo que se considera el «puente aéreo» más grande de la historia moderna de los Estados Unidos. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), publicados en julio de 2022, desde el regreso de los talibanes a Afganistán se restringieron el trabajo, la educación y las libertades de las mujeres y se asesinaron a cientos de detractores.